sábado, 2 de mayo de 2009

El árbol donde jugábamos cuando niños

¿Has estado en una ciudad asolada por un cataclismo?
¿Has visto tu casa incinerada y reducida sólo a escombros?
¿Te has sentido deshecho porque perdiste el amuleto que tanto cuidabas?
¿Que sentiste cuando arrancaron el árbol en que jugabas cuando niño?

Es como estar parado a orillas del mar
y ver cómo las olas se llevan tu castillo.
Pero no lo sabes hasta que tratas de reconstruirlo,
que la arena nunca más será la de antes,
que incluso el castillo no será de nuevo el mismo.

Pregúntale al constructor del edificio destruido
si la ciudad desolada vuelve a ser la que fue.
Pero sólo lo sabrás cuando estés ahí,
cuando ya no estés mirando los vestigios,
sino cuando hayas tratado de ignorar el tiempo,
de colocar todo otra vez en el lugar de antes.
Sólo ahí, con las manos sucias, solo ahí,
descubrirás que todo lo que hubo ya pasó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario