sábado, 2 de mayo de 2009

Lesa humanidad

Al Teodoro lo agarraron entre dos y como no tuvo tiempo para defenderse solo atinó a guardar silencio mientras lo subían a una van. Dicen que el Tomás, la Pancha y la Guatona alcanzaron a huir unos metros antes que la Operación Candado surtiera sus efectos. Los doce hijos recién nacidos de Mamá Pancha fueron de los pocos que se salvaron, pues dormían acurrucados en un rincón de la calzada. Centenares murieron en la redada de esa noche. ¿Su delito? Haberse parado en las esquinas, comer de la caridad de los vecinos y morder uno que otro cristiano.

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